La noche había desaparecido el sol, entre las sombras caminaba un joven de pelos anaranjados, entre las sombras se movía, en la oscura noche, se encontraba merodeando por las zonas del conocido bosque de la Muerte, sin temor a nadie, solo caminaba sin rumbo fijo, la temperatura decaía dejando un ambiente frio, solo se podía sentir el frio viento pasar enseguida de Pein Rikudou, como este movía de un lado a otro sus cabellos, aun pensando en lo que recientemente le había sucedido, se había rencontrando con un nuevo camino, pero desgraciadamente las cosas no fueron interesantes como él pensaba, una gran decepción se llevo al ver como como este mundo habia dado un giro inesperado, los tiempos no eran como antes, los ninjas cada vez se hacían más débiles, ya no había rivales fuertes, quizas solo algunos grandes lograban brotar pero muy contados, ademas de que ahora el mundo esta en un gran desequilibrio ya que ahora por cualquier motivo se podria sucitar una guerra Ninja, seria tal vez que Rikudou no fuera a disfrutar de nuevo una pelea, pero eso ya no le importara, estaba centrado en su objetivo, alcanzar la paz ninja era su deseo, no importaría si esta fuera por la fuerza lo lograría, en ese momento mientras se movía por el alto césped de la zona se detuvo un poco, de entre sus ropas sacaba una extraña bandana, un poco parecida a las que usaban los ninjas de hoy en día, fue cuando este la tomo, aun no se podía ver que decía en aquella banda, pero inmediatamente se la coloco en la frente y se la apretó con fuerza, en su grabado llevaba el símbolo de la Aldea de la Roca , era lo que estaba escrito, era lo que Rikudou se consideraba " Un shinobi de esta aldea", no estaba a ordenes de nadie mas solo de su Kage, no era propiedad de nadie, solo era una simple Arma ninja, asi se consideraba el, ya que este era frio y directo.
Una espesa niebla se empezaba a formar en aquellas zonas, Rikudou caminaba sin temor, pero aun así siempre estaba preparado para cualquier cosa, siempre atento jamás dudaba, fue cuando caminaba por la espesa niebla empezó silbar un poco para romper aquel quizas tenebroso paraje, para estar más prevenido en la oscuridad de la noche, solo se acerco sigilosamente, estaba planeando mostrar su presencia, Pero a quien?, no se sabia solo habria que esperar.